domingo, 4 de diciembre de 2011

Una crónica cervecera

El ascenso tan esperado
Vamos Quilmes, vamos. Hoy se nos da”, dice un hincha muy emocionado que llama a la FMQ (FM Quilmes), porque hoy, Quilmes puede hacer historia.
El equipo conducido por Jorge Ghiso, con sólo empatar el partido frente a Belgrano, equipo cordobés que le ganó las últimas tres veces que enfrentó a Quilmes, obtiene el segundo ascenso a la Primera División del fútbol argentino. Es por eso que el barrio, desde temprano, se llena de gente, con camperas azules pertenecientes al equipo cervecero y algún que otro se aguanta el frio y se pone sólo la camiseta del club.


Aún faltan tres horas para que empiece, el 98 (colectivo que va de Once a Quilmes) está repleto de hinchas, que algunos creen que hoy se da, que el partido no se les va a escapar de las manos, mientras que otros prefieren no pensar en nada, que sólo pase rápido el tiempo y escuchar el pitido final de Saul Laberni, para que Quilmes esté donde merece estar, según opinan los hinchas cerveceros.


Varios son los hinchas que salieron el viernes a la noche y siguieron de largo para ir a la cancha o que durmieron una mínima siesta de dos o tres horas, mientras que otros decidieron no salir y hacer lo posible para dormir, aunque, se les habrá complicado por la ansiedad que uno puede sentir al tener la posibilidad de ver a su club ascender a Primera.


El Estadio Centenario Doctor José Luis Meiszner está repleto, se abrieron la parte local y visitante para que el público cervecero llene la cancha y pueda festejar el ascenso que lo tiene casi asegurado.
Hay tres controles policiales, en uno te miran con asco y te dejan pasar y en los otros dos te cachean, en uno tus bolsillos y en el otro la mochila y las banderas que los hinchas llevan. Mientras que los Kilmes (barra brava cervecera) pasan como si nada, sin ningún tipo de cacheo y sin que les pidan las entradas.


Empezó el partido, los Kilmes y sus hinchas cantan: “Quilmes va a volver, a volver, a volver”. Son de las pocas veces que el cántico tiene razón, no como cuando es una tercera fecha cantan “Vamo' vamo' Cervece' hoy te vinimo' a alentar para ser campeón hoy hay que ganar”.


Salen los jugadores cerveceros a un campo de juego en muy buenas condiciones, que dos horas después estará en pésimas condiciones por los festejos de los jugadores y de algunos hinchas que se metieron al estadio, y a la vez, por alto parlante los anuncian, son muchos los aplausos, pero más aun cuando nombran a Emanuel Trípodi y al Chino Caneo, dos grandes responsables de que Quilmes haya llegado a estar segundo en la tabla de posiciones y estar ahí no más de ascender.


Ni bien empieza el partido, un gracioso le grita al árbitro: “Terminalo juez, ya es la hora”.


Los nervios están presentes, por momentos se nota por el silencio que a veces hay en la cancha, si Quilmes pierde, depende tres resultados, por eso, en el entretiempo, se puede escuchar a los hinchas sin radio, preguntarle a los hinchas con radio de cómo van los otros tres partidos.


Minuto 92, última jugada, y una de las pocas interentes del partido, contrataque del equipo pirata, centro del mediocampista, cabesea el delantero, el arquero cervecero, Emanuel Trípodi, no llega a sacarla, los corazones de todos los que están presentes se detienen, la pelota pega en el palo y sale a medio metro del arco.


Laberni termina el partido, son varios los hinchas cerveceros que lloran de la emoción, que todavía no lo pueden creer, algunos cantan de la emoción, algunos festejan, algunos se abrazan, sin conocerse, sin saber si son kirchneristas o son de la oposición, si son judios, cristianos o ateo, pero eso no importa, lo importante es que comparten el mismo amor por su club, y que su club, Quilmes, volvió a la A.

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